La pandemia por el Covid-19 ha cambiado el mundo y la forma de hacer negocios. Nos ha obligado a mantener un distanciamiento físico. Las personas dejaron de reunirse… dejaron de asistir a lugares públicos evitando tener contacto directo con otras personas.
Al comienzo de la pandemia, por un momento, hubo una pausa a nivel global. Se detuvo la educación (o al menos, el asistir a los centros educativos), los negocios, el comercio, la forma de hacer negocios.
Pronto nos dimos cuenta de nuestra nueva realidad. Entendimos que no podíamos detener nuestro caminar. El mundo seguía su movimiento. No quedaba otra más que innovar y reinventarnos.
Comenzamos a familiarizarnos con nuevos términos y prácticas, como, por ejemplo, trabajo remoto, virtual, y compras en línea.
El mercado de la educación, adiestramientos y seminarios cambiaron de una modalidad presencial a una virtual. La educación se reinventó. Se crearon nuevas oportunidades. Incluso, se han desarrollado cursos online en diversidad de temas como cocina (tradicional, vegetariana, vegana), entrenamiento físico, fotografía, psicología, mercadeo, por solo dar una muestra entre muchos temas.
Servicios como la medicina y salud se reinventaron y desarrollaron servicios de teleconsulta, telemedicina, consejerías y evaluaciones psicológicas de manera remota.
Incluso, algunas personas vieron la oportunidad de incursionar en negocios virtuales, entrando en el comercio electrónico (e-commerce) y mundo digital. ¡El mundo se movió a un mercado digital! Muchas empresas tuvieron que entrar al mundo digital.
Las personas comenzaron a buscar información y adiestrarse en línea para conocer cómo desarrollar sus páginas web y redes sociales para crear contenido digital con el propósito de dar a conocer sus micro o pequeños negocios, productos y servicios. Comenzaron a interactuar con aplicaciones como WhatsApp y utilizarlas como herramientas de negocios y comunicación con sus clientes. Se empezó a depender más del correo electrónico, y sin mucha planificación, entraron en el mundo del “e-commerce”.
De momento empezamos a ver el mundo online como nuestro negocio o parte de nuestra profesión. Empezamos a conocer de redes sociales, a interesarnos por el concepto de mercadeo digital y motores de búsqueda. Comenzamos a publicar en las redes sociales y promocionar nuestros productos y servicios. Algunos han ido mas allá, creando blogs y entrando en el mercado de los podcasts y vlogs. En fin, para el emprendedor, todo ha cambiado. Hay nuevas oportunidades. Es la oportunidad de adueñarnos de nuestras carreras y negocios. No queremos depender de otros o de las circunstancias. No nos quedamos con los brazos cruzados esperando a que los tiempos cambien. Nos movemos a la innovación y salimos más fuertes.
¡Dentro de la crisis, surgió la oportunidad! Aquellos que querían emprender con un negocio y lo habían procrastinado por mucho tiempo, ahora comenzaron a emprender, ya sea por necesidad o por identificar una oportunidad desde su hogar para poder realizar sus sueños.
Gracias a la pandemia nos reinventamos. Obtuvimos nuevos conocimientos, desarrollamos nuevas destrezas. Pensamos “fuera de la caja”. Comenzamos a hacer las cosas diferentes y se crearon nuevas oportunidades.
¡La creatividad e innovación del ser humano excedieron las expectativas!
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